Cómo ayudar al niño a crecer y aprender

El hogar es donde los niños aprenden primero las destrezas para desenvolverse en la vida diaria, que son necesarias para tener éxito como estudiantes y como adultos. Los padres de familia proveen el entorno para que el niño aprenda, enseñan responsabilidad y demuestran cómo manejar los retos. También muestran que no todo se le dará al niño en bandeja de plata y que cumplir metas de forma independiente es agradable, que la vida puede ser diversión lo mismo que trabajo y que amar y compartir son partes muy importantes de lo que hacen las familias.

Críe a un niño sano, física y emocionalmente

Alimente al niño con una dieta balanceada y nutritiva: proteínas (pescado, frijoles, carne, pollo); granos (pan, arroz, cereales, pastas), frutas y vegetales frescos, y leche (o un sustituto de la leche).

Asegúrese de que su hijo duerme lo suficiente y haga ejercicio físico todos los días.

Aprecie el hecho de que el niño sea un individuo único: ayúdele a aprender a quererse a sí mismo y a sentirse bien con la persona que es y lo que puede hacer, sin compararlo con otros niños. Esto ayuda a desarrollar la autoestima y a aumentar la comprensión de que él o ella es un individuo capaz y responsable.

Los padres deben valórese a sí mismo: esto le facilita ser un buen ejemplo para el niño.

Dedique tiempo a su hijo

Diviértanse y hagan cosas juntos; aprendan juntos.

Jueguen juntos. Los paseos familiares, como ir a la playa o al parque, enriquecen cada experiencia de su hijo. Los juegos son divertidos y además pueden ser educativos, especialmente cuando los adultos también participan.

Trabajen juntos. Padres e hijos se benefician al compartir actividades cotidianas como trabajar en el jardín, ir de compras, cocinar, arreglar el auto o hacer reparaciones en la casa.

Conversen juntos. Cuéntele al niño de que forma manejar una situación desagradable o no exitosa; demostrarle cómo tratar con los días difíciles. Converse acerca de ideas, sueños y los acontecimientos cotidianos en la escuela o en la casa. Trate de no juzgar ni hacer comentarios negativos.

Deje que el niño desarrolle un sentido de responsabilidad y aprenda de las experiencias

Deje que el niño comience a tomar decisiones a una edad temprana. Asegúrese de que las decisiones estén dentro de los límites que los padres han establecido y que sean adecuados para su edad. No proteja al niño de las consecuencias de sus decisiones y acciones; ayúdele a entender las consecuencias de la conducta.

  • Si el niño se atrasa por su comportamiento personal, deje que llegue tarde y después converse con él acerca de cuáles fueron las consecuencias.
  • Si el niño constantemente olvida su comida, dígale que la próxima vez nadie se la llevará a la escuela, ¡y cúmplalo!
  • Si el niño no ha terminado la tarea, no invente excusas.

Analice las cosas con el niño para ayudarle a interpretar lo que ve y experimenta. El padre o la madre es la persona que le puede ayudar a desarrollar el entendimiento. No asuma que el niño entiende; verifíquelo. Ayude al niño a ver la relación entre la escuela y la vida. Los padres quizás lo dan por hecho, pero es posible que el niño no esté consciente de las aplicaciones cotidianas del aprendizaje a menos que los padres se las señalen. Aproveche las actividades hogareñas para destacar la aplicación práctica del trabajo escolar. Las matemáticas son necesarias para duplicar una receta y son útiles para calcular el tamaño al que hay que cortar una pieza de madera para que calce en un espacio determinado. La lectura es necesaria para seguir instrucciones.

Hable con el niño acerca de la televisión, la música, las películas y los videojuegos. Analice las diferencias entre la vida real y lo que se ve en la pantalla, para que la fantasía no se confunda con la realidad.

No es necesario que los padres sean negativos hacia la programación, pero recuérdele a su hijo constantemente que las personas que salen en la televisión y en las películas son actores, y al final del día se limpian el maquillaje y se van a sus casas a vivir vidas diferentes.

Edifique para el futuro diciendo al niño que la educación es importante

Envíe al niño a la escuela todos los días; él o ella no podrá aprender si se ausenta de clases. Si los padres no se interesan por la asistencia a la escuela, al niño tampoco le interesará y la escuela no será importante.

Mantenga contacto con el maestro del niño. Comunique al niño que graduarse de la secundaria es importante, y que una educación secundaria (y probablemente capacitación adicional) es lo mínimo necesario para tener opciones laborales en el futuro.

Asegúrese de que el niño haga las tareas todos los días. Los padres lo pueden ayudar, pero no hagan los deberes. Motive al niño a trabajar independientemente, con su apoyo. Practique la memorización de la ortografía, el vocabulario, las tablas de multiplicar y otras cosas que se aprenden de memoria. Demuestre la forma en que esta información se puede usar todos los días.

Establezca estándares para el niño y asegúrese de dar a conocer sus expectativas como padre o madre. Demuestre preocupación cuando el niño no se desempeña tan bien como se esperaba, pero no le exija perfección.

 

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