Cómo ayudar al niño a leer y escribir

Al igual que el habla, la lectura y la escritura comienzan en el hogar. Desde temprana edad, las actividades que preparan para la lectura y escritura han demostrado ser un factor esencial para el éxito escolar del niño.

Ayude a preparar para la lectura

La preparación para la lectura es aprender cómo usar palabras para expresar y comprender pensamientos y aprender la importancia de la palabra escrita.

Un factor esencial es ayudar al niño a conversar con los padres. Hable con el niño sobre todo lo que vean y todo lo que hagan.

Escuchar al niño y responder a sus preguntas, incluso a las preguntas triviales.

Cuéntele cuentos al niño y haga que él le cuente cuentos. Cuente cuentos de hadas y cuentos inventados. Una de las mejores formas de hablar con el niño es contarle de cuando el padre era pequeño, de las cosas que les pasaron a sus padres y abuelos y de la felicidad que sintieron los padres cuando él o ella nació. Haga un álbum de recortes de revistas viejas y pídale al niño que le hable de los recortes.

Leer al niño con regularidad desde una edad muy temprana. Hacer que la hora de la lectura sea un placer; no insistir en leer cuando el niño quiere hacer otra cosa.

Dejar que el niño vea a los padres leyendo frecuentemente. Tener a mano una diversidad de buenos materiales de lectura para el niño y para los padres.

Mostrar al niño cómo el lenguaje impreso se relaciona con toda la vida a su alrededor, en el supermercado, en el auto, en la cocina.

Llevar a al niño a la biblioteca regularmente. El bibliotecario gustosamente le ayudará a escoger libros adecuados para la edad y los intereses del niño. Cuando el niño tenga la edad suficiente, planee visitar durante la hora de cuentos infantiles, si la hay. Motive al niño a escoger libros para traer a la casa.

Dé al niño libros de su interés. Motive a los abuelos y tíos para que regalen al niño libros o suscripciones a revistas en sus cumpleaños o fiestas especiales.

Ayude al niño como lector

Después de que el niño entre a la escuela, el padre debe hablar con el maestro sobre las actividades que se pueden realizar en el hogar para ayudar a que la lectura sea placentera.

Motive al niño a leer todo lo que esté impreso: rótulos, afiches, tiras cómicas, titulares del periódico, anuncios, menús, palabras en la pantalla del televisor, etc.

Haga que el niño le lea al padres con regularidad y continúe leyendo al niño aun cuando sepa que domina la técnica.

Acepte la forma en que el niño lee con el mismo placer que demostró la primera vez que él habló. Conforme el niño lee, ayúdele con las palabras desconocidas sin hacer comentarios negativos. Así como no espero que su hijo fuera perfecto cuando estaba aprendiendo a hablar, no espere que sea un lector perfecto de inmediato.

Vele por que el niño visite la biblioteca con regularidad y tenga su propio carné de usuario.

Practique juegos de sonidos y de palabras en la casa o cuando viajan en el auto.

Preparación y práctica de la escritura

La escritura es otra forma de expresión lingüística. La lectura y la escritura son destrezas relacionadas, y aprender una mientras se aprende la otra las fortalece a ambas a través del apoyo mutuo. En materia de lenguaje impreso y manuscrito, los padres deben seguir los mismos pasos que siguieron al trabajar con el habla y la escucha del niño.

Asegúrese de que el niño cuente con materiales de escritura. Los garabatos son como los primeros balbuceos y palabras; los niños juegan con la escritura, la exploran y experimentan con ella. Algunos materiales que los padres podrían tener a mano son tiza y pizarrón o pizarra mágica, marcadores, crayones, lápices y hojas de papel engrapadas formando un “bloc”.

Motive al niño a escribir y ofrezca retroalimentación sobre lo escrito, no sobre la forma. Aun si el padre no lo puede leer, haga que el niño escriba y luego le interprete sus garabatos.

Escriba notas al niño con frecuencia. Colóquelas en su almohada, en el plato de la cena, en el cepillo de dientes, en un zapato o en cualquier lugar donde pueda ser una sorpresa agradable.

Asegúrese de que el niño vea a sus padres escribiendo. Cuando el padre tenga alguna razón para escribir, sugiera que al niño escriba al mismo tiempo y con los mismos fines que el padre escribe: notas a los padres, cartas a parientes, la lista de cosas por hacer ese día, una tarjeta de cumpleaños, un cuento, un aviso para colocarlo en el refrigerador.

Servicios de guardería de calidad

Para los padres que trabajan fuera del hogar y para aquellos a quienes les gustaría hacerlo, encontrar quién les cuide a los niños puede ser un gran problema y una fuente constante de ansiedad, especialmente en las grandes áreas metropolitanas. Con el influjo de mujeres en la fuerza laboral (especialmente madres de niños pequeños), la necesidad de servicios de guardería ha aumentado drásticamente en los Estados Unidos.

La PTA de California se preocupa cada vez más por la escasez de servicios de guardería económicos y de calidad para las familias que los necesitan. El cuidado infantil se compone de muchos tipos de servicios disponibles bajo una diversidad de sistemas y está desigualmente al alcance de los padres del estado.

Un sistema integral de cuidado infantil requiere una política pública que provea financiamiento adecuado, estándares para el programa, capacitación al personal, participación de los padres y acceso equitativo. La provisión de servicios de cuidado infantil de calidad es una responsabilidad compartida de los padres, proveedores, dependencias gubernamentales pertinentes, empresas, industria y la comunidad en general. Estudie la declaración de postura de la PTA de California, “Guarderías infantiles” (Nuestro punto de vista: declaraciones de postura, sección 4.5.9 y la resolución de la PTA de California “Servicios de guardería para menores sin supervisión de adultos al regresar de la escuela” (Nuestro punto de vista: resoluciones de la Convención y de la Junta de Gerentes*, Resoluciones 4.4, Libro de resoluciones de la PTA de California, www.capta.org).